Vía Sistina
150 AÑOS DE LAS HERMANAS DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET. SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LA BEATA FRANCISZKA SIEDLISKA POR ROMA
El siguiente apartamento que Franciszka encontró tras su fallida estancia en Via della Vite se encuentra en el primer piso de un edificio que todavía existe en Via Sistina 138, a sólo unas decenas de metros de la casa de las Hermanas de la Reparación, con quienes Franciszka vivió durante su primera estancia en Roma en 1873. Quién sabe, tal vez fueron las hermanas quienes ayudaron a Franciszka a buscar un nuevo apartamento y finalmente lo encontró en su barrio. Llegando desde Via della Vite, podemos hacer un bonito recorrido por la Plaza de España. A cada paso hay algo en lo que vale la pena detenerse. Dedicaremos algo de atención a estos lugares en los próximos episodios.
Lo más probable es que cuando Franciszka se mudó, se quedase sola en Roma con los dos capuchinos: el Padre Leander y el Hermano Esteban. Su madre (la Hermana Cecylia) y la Hermana Aniela ya habían regresado a Polonia y la Hermana Karolina se alojaba en un asilo de ancianos en Trastevere, Roma, desde marzo. Sin embargo, a Franciszka no le faltaron alrededor personas amigables que se sintieron atraídas por su personalidad. Ya en las primeras semanas en Roma conoció al Padre Piotr Semenenko, el general de los Padres Resurreccioncitas. Gracias a las anotaciones en su diario y a la correspondencia conservada de Franciszka, conocemos dos hitos importantes del año 1875. Bajo la fecha del 12 de junio el padre Semenenko escribe: «Compra de una casa para las Hermanas de Loreto» (es decir, las Hermanas de Nazaret). Se trata del edificio de ViaMerulana que, según los deseos de la Fundadora, debía convertirse en la casa madre de la Congregación. Probablemente se trataba de una especie de acuerdo preliminar, porque tres meses después, el 19 de septiembre, Franciszka escribe al Padre Piotr: «Hoy he completado la compra de la casa en via Merulana».
El segundo acontecimiento registrado por el Padre Piotr está fechado el 15 de julio de 1875: «A la recién fundada Congregación de las Hermanas llegaron las tan esperadas primeras compañeras de Madre María de Jesús (FranciszkaSiedliska): las señoritas ZofiaKonarska, Antonina Babilońska, y la tercera, Eleonora Rembiszewska (hermana del Hermano Esteban).
Zofia y Antonina se marcharon antes de finalizar 1875. Sin embargo, Antonina regresó una vez más el 7 de marzo de 1878. Al cabo de unos meses, el 7 de octubre, tomó la decisión definitiva de unirse a las Hermanas Basilianas. Franciszka escribe sobre esto en sus notas, añadiendo que la decisión tomada por Antonina fue un «milagro visible de la gracia de Dios». Sin embargo, la Hermana Gabriela, la primera cronista de la Congregación, no se refrena al escribir que no era fácil vivir con ella…
La tercera candidata, Eleonora Rembiszewska (en la vida religiosa hermana Józefa), a quien Franciszka conoció antes de llegar a Roma, permaneció en la Congregación hasta el final de su vida. Murió en Cracovia en 1932. No obstante, cuando hablamos de las primeras Hermanas de Nazaret, la mayoría de las veces mencionamos instintivamente a las tres hermanas de la familia Lubowidzka – «los pilares de la Congregación» – como las llamó el biógrafo de la Fundadora, el Padre Ricciardi. ¡Pero fue la hermana JózefaRembiszewska, «un alma sencilla y tranquila, completamente entregada a Dios y a su causa», la «primera»que se unió!