San Juan Pablo II en Benicasim
El 31 de octubre de 1982, Juan Pablo II inició su primera visita apostólica a España. 40 años después, también en 31 de octubre, el secretario personal del arzobispo emérito de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz, nos dio una respuesta positiva a la petición de donar las reliquias de San Juan Pablo II a nuestra primera comunidad en España, es decir nuestra capilla de Benicasim.
El Espíritu Santo hizo nacer en nuestros corazones el deseo de invitar a San Juan Pablo II a nuestra comunidad. Sabemos que él ha tenido mucho que ver con el hecho de que hoy, como Congregación, formemos parte de la Iglesia en España. Juan Pablo II siempre contó con nuestro amor a Cristo y al hombre, quedó prendado de nuestro carisma y con amor paternal siempre nos instó a la pastoral familiar.
De manera especial, os agradezco vuestra atención a la familia, que es un entorno necesario para el desarrollo humano y que, al mismo tiempo, determina el perfil espiritual de los individuos y, por tanto, da forma al conjunto de las generaciones futuras. La beata Franciszka Siedliska vio en la familia un lugar para todos, desde el niño no nacido hasta los ancianos. Ella entendía la familia tanto en sentido estricto como núcleo familiar, como en sentido amplio, es decir como unión del colectivo humano. De ahí que el apostolado de la familia, que brota de vuestro carisma, sea especialmente diverso y extenso, abarcando todos los caminos para llegar a las familias. Es sobre este aspecto del ministerio sobre el que me gustaría llamar vuestra atención y sensibilizaros en particular. La familia de hoy necesita ser ayudada porque atraviesa muchas dificultades y está expuesta como nunca a muchos peligros, manipulaciones y ataques.
El cardenal Stanislaw Dziwisz nos entregó las reliquias de San Juan Pablo II con gran alegría. Como secretario suyo, conoce de sobra nuestra amistad con este gran santo, pero también sabe lo mucho que él amaba España. El Cardenal se interesó mucho por nuestra misión en Benicasim y en general toda la diócesis. Quedó encantado con nuestro entusiasmo, y nos mandó saludos y bendiciones para todos.
Desde el pasado 25 de noviembre, las reliquias de San Juan Pablo II ya están en nuestra capilla. Como es tradicional, los peregrinos veneran las reliquias tocando o besando el relicario que contiene el fragmento de los restos físicos del santo o sus efectos personales. La veneración es una expresión de respeto a la santidad del santo, y los peregrinos suelen pedirle que interceda por ellos ante Dios para obtener ayuda espiritual, curación física u otras gracias especiales.
Desde las épocas más remotas, los cristianos han venerado las reliquias de los primeros cristianos que sufrieron el martirio o llevaron una vida especialmente santa. En muchos lugares, sus tumbas se convirtieron en lugares de peregrinación a los cuales los fieles acudían para inspirarse en su ejemplo, pedir ayuda en las dificultades de la vida o para intentar llevar ellos mismos una vida más santa.
San Juan Pablo II ha sido siempre, y sigue siendo, el mejor defensor de las familias, siempre abierto, cercano y disponible para todas las familias. Os invitamos a nuestra capilla, para que junto a este gran Santo podamos presentarnos ante Dios y mostrarle nuestras vidas tal y como son. San Juan Pablo II está aquí ¡a unos pocos kilómetros! por y para vootros, por ti, por tu familia. ¡Deja que él actúe!
Comments.
Jordi
Un privilegio. Muchas gracias!!!