Sierva de Dios S.M Margarita del Corazón de Jesús Muriendo en Getsemaní – Luisa Banas (1896-1966)
Gracias a la Divina Providencia se libró de la ejecución que hubo el 1 de agosto de 1943, donde fueron martirizadas las Hermanas de la Comunidad. Ella empezó la misión con la gente de Nowogrodek durante el difícil período del estalinismo. Aislada del resto de su Congregación, permaneció sola manteniendo la fe, cuidando de los fieles y de la iglesia parroquial en ausencia de sacerdotes.
Nació el 10 de abril de 1896 en Klecza Dolna, cerca de Wadowice (Polonia), donde años después trabajaría en el hospital con las Hermanas de Sagrada Familia de Nazaret.
Luisa Banas entró a la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret justo antes de su 21 cumpleaños.
Cuando empezó el noviciado recibió el nombre de María Margarita. Más adelante, al profesar votos perpetuos, acorde con la tradición de la Congregación, añadió a su nombre el Misterio del Corazón de Jesús Muriendo en Gestemaní.
Los padres de Luisa la educaron, sobre todo, en la piedad, la fe y en el amor a Dios. Estos dones maduraron en la hermana durante su formación religiosa y siempre estuvieron presentes en su servicio. En 1943, la hermana Margarita fue enviada al convento de Nowogrodek, en la parte este de Polonia, para trabajar en el hospital local.
Las hermanas de Nowogrodek experimentaron muchos sufrimientos durante la ocupación soviética y alemana. Compartían las dificultades y padecimientos de los habitantes de Nowogrodek, y gracias a su generosidad, ellos estuvieron bajo techo. La vida era difícil tanto para las hermanas como para todos en Nowogrodek. Pero iban a venir los tiempos de más dolor y sacrificio para las doce hermanas, que con su abandono y amor servían a los habitantes de la ciudad.
El 31 de julio de 1943 la Gestapo ordenó que la hermana Stella y las demás hermanas fueran a la comisaría. De camino se encontraron a la hermana número doce, la hermana Margarita, que estaba volviendo de su guardia del hospital, por lo cual no llevaba hábito. La hermana Stella le dijo que fuera a casa y cuidara del sacerdote y de la iglesia parroquial. La hermana Margarita no vio nunca más a sus hermanas. Al alba, el 1 de agosto de 1943, fueron fusiladas.
En 1944 el Ejército rojo invadió Nowogrodek y lo anexionó a la URSS. Con ayuda de los ciudadanos, la hermana Margarita encontró en el bosque la tumba de las hermanas mártires. Decidió ocuparse y vigilar de la fosa común hasta que se pudieran trasladar los cuerpos a la Parroquia, y hacer el entierro en el cementerio junto a la iglesia. La hermana tuvo la convicción de que, como era la única salvada, tenía la misión de ocuparse de los habitantes de Nowogrodek y de la parroquia.
Durante los años del duro comunismo de Stalin, la hermana Margarita vivía en la pequeña sacristía y escondida, seguía preparando a los niños para los sacramentos. Cuando el sacerdote, por su propia seguridad, tuvo que abandonar el pueblo, la hermana Margarita velaba al Santísimo Sacramento en la iglesia y ayudaba a mantener el espíritu de piedad, sobre todo, cuando sufrían persecuciones por la fe. Los habitantes la llamaban hermana Margarita, Guardiana del Tabernáculo.
La hermana Margarita a menudo repetía: “martirio de espíritu… es lo que deseaba”. Murió el 26 de abril de 1966. Su proceso de beatificación se abrió el 19 de febrero de 2003. El 13 de diciembre 2021 el Santo Padre Francisco promulgó el decreto sobre las virtudes de la Sierva de Dios, hermana Margarita.
«Dios Uno y Trino, en tu bondad llamaste a la Hermana Margarita para continuar la misión de las Hermanas Mártires de Nowogrodek, dándonos un ejemplo de amor heroico por la Iglesia y de servicio abnegado por nuestro prójimo. Mira su fe firme, amor heroico y valentía frente a la persecución, y cambia nuestros corazones para que podamos afrontar las adversidades de la vida en unión con tu Hijo. Por tu infinita bondad dígnate incluirla entre los bienaventurados y concédeme, por su intercesión, la gracia que con confianza te pido (...). Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén»
