Los últimos cuarenta años han sido testigos de dos celebraciones profundamente alegres para la Congregación. El 23 de abril de 1989, después de muchos años de espera, la Madre Fundadora Franciszka Siedliska fue proclamada beata por la Iglesia Católica. Esta verdad, evidente para todas las hermanas de Nazaret, fue confirmada por el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en Roma, donde muchas hermanas y eles participaron con gozo en la ceremonia, apoyando a la Congregación.
El mismo Papa, el 5 de marzo de 2000, elevó al altar a las 11 Hermanas Mártires de Nowogrodek, quienes fueron ejecutadas por los nazis el 1 de agosto de 1943. Agradecemos a Dios por el don de la Beata Madre María de Jesús el Buen Pastor, la Hermana Stella y sus diez compañeras, y aún esperamos la beaticación de la Sierva de Dios, la Hermana Małgorzata Banaś, quien fue guardiana de la tumba de las 11 Mártires de Nowogrodek.
La beatificación de la Madre Fundadora fue un momento de gran alegría para toda la Congregación. La elevación al altar de las 11 Hermanas Mártires nos recuerda su sacrificio y valentía. Esperamos con esperanza la beatificación de la Sierva de Dios, la Hermana Małgorzata Banaś.
