Los niños de Nazaret
Os aseguro que todo lo que hayáis hecho en favor de los más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho.
Durante uno de sus viajes a Estados Unidos, nuestra Fundadora Franciszka Siedliska se sintió profundamente conmovida por la difícil situación en la que vivían los huérfanos mulatos de matrimonios interraciales. Por esta falta de aceptación social, muchos de estos niños fueron abandonados en orfanatos. Franciszka no quedó indiferente ante este sufrimiento de los niños y siendo como era una mujer de acción, decidió adoptar formal y legalmente a algunas de aquellas niñas. Y así, las pequeñas huérfanas mulatas fueron criadas por las hermanas de Nazaret y vivieron junto a las hermanas en los conventos. Las hermanas con todo su cariño se ocuparon de su crianza y educación. Las niñas, ya de adultas,siguieron su camino: algunas formaron una familia, otras se unieron a nuestra Congregación. Siguiendo el ejemplo de la beata Fundadora, nosotras también queremos prestar atención a la situación de los muchos niños que Dios pone en nuestro camino
Jesús crecía en Nazaret y con la edad aumentaban su sabiduría y el favor del que gozaba ante Dios y la gente.
Acompañamos a los niños en el Oratorio de la Escuela Católica Mater Dei, en convivencias de fin de semana, en retiros o Encuentros Matrimoniales y en nuestra parroquia a través de catequesis y misas infantiles. La tarea más importante es llevarles al encuentro con Jesús, a una verdadera amistad con Él. Las familias son muy diferentes desde el punto de vista de la vida religiosa. Nos han llegado más de una vez a catequesis niños que no saben ni hacerse la señal de la cruz. Otros tienen la suerte de experimentar la fe viva de sus padres y abuelos. Jesús acoge a cada uno de estos niños para abrazarlos, para bendecirlos, para protegerlos de los ataques de Satanás. Acompañamos a los niños en su camino de fe, en la preparación a su primera comunión, para que puedan, como el pequeño Jesús de Nazaret, crecer en su sabiduría y el favor de Dios y de los hombres. También invitamos a los padres a orar por sus hijos. San Padre Pio dijo: <<Cuando los padres rezan por sus hijos, cosas grandes suceden; Dios los escucha y los ángeles se movilizan>>.
Pocas personas saben que, en la década de 1970, cuando Karol Wojtyla (más tarde Juan Pablo II) era obispo de Cracovia, pidió a nuestra Congregación que dirigiese el primer hogar para madres solteras. Era una forma muy concreta de defender la vida de los niños concebidos que corrían el riesgo de no nacer. La vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural. Sin embargo, hoy en día, esto no es así para muchos. En nuestra realidad aquí y ahora vemos continuamente un ataque brutal a la vida humana, y además amparados por la ley; ya sea a para las vidas recién concebidas (con la nueva ley del aborto y todas sus consecuencias), o la vida en su última fase, con las personas amenazadas de eutanasia. En la medida de nuestras posibilidades, nos sumamos a diversas iniciativas para defender la vida y la dignidad de todo ser humano. Participamos en la misión de Spei Mater, una asociación publica, que se concreta en tres proyectos: Ángel (a través de la cual se acompaña a madres en los momentos de dificultad en su embarazo), Raquel (a través de la cual ayudamos a sanar las heridas que sufren quienes han abortado y acompañamos a todos los implicados en ello) y el Proyecto Parroquias por la Vida (en varias parroquias colaboran para construir una cultura de la vida). Dos hermanas de nuestra comunidad han terminado una formación para participar en la misión del Proyecto Raquel. Las hermanas forman parte de un grupo de personas de nuestra diócesis, que se dedican a un servicio tan necesario y delicado como es el de la sanación y reconciliación tras un aborto. (www.speimater.com)
Cada mes en la parroquia de la Sagrada Familia en Castellón participamos en los encuentros Mesa por la Vida, que organiza la Delegación de la Familia y Vida. Los participantes, que representan a varias organizaciones y grupos que defienden la dignidad de la vida humana, proponen sus iniciativas y buscan mejorar los modos de colaboración. Próximamente, el 28 de diciembre, cuando la Iglesia Católica celebra la memoria de los mártires inocentes, aquellos niños asesinados por el rey Herodes en Belén, en las parroquias de nuestra diócesis, en toda España y más allá, se celebrarán misas por los niños abortados. Hoy en día hay muchos “Herodes” a nuestro alrededor, y muchas vidas inocentes que se pierden para siempre. Estos niños tienen un lugar especial en el corazón de Jesús y María. Unámonos en oración ese día. Por supuesto, de este modo queremos también despertar los corazones y las conciencias adormecidas, indiferentes, anestesiadas, acostumbradas al sufrimiento de los inocentes.
Cuando un niño se ríe, todo el mundo se ríe.
Oh Señor, que ayudemos siempre a los niños a reír, a soñar grandes cosas, a crecer en paz y seguridad, y a encontrarte como un verdadero Amigo.