Los ejercicios espirituales
El retiro es siempre el tiempo del silencio, de la oración fuerte, de la conversión, del “cargar las baterías espirituales”, del descanso con Dios. Sin embargo, no hay dos semanas iguales, siempre se experimenta algo nuevo, porque el Señor siempre viene con la fuerza de su Espíritu y nos sorprende. ¿Y por qué todo esto? Pues, para poder vivir la vocación en modo más profundo, para amar a Dios y los demás, y, lo que es más importante, para no pararnos en el alegre camino hasta la santidad. Dios nos quiere felices, esto significa, santos. Por tanto, para cada cristiano, y por supuesto, para cada persona consagrada, es muy importante cuidar su vida interior, su vida espiritual, surelación de amistad y de amor con Dios.
¿Y cómo se hace esto? Nos gustaría presentaros, poco a poco, nuestras prácticas espirituales tanto las del día a día comolas de los momentos más particulares.
En nuestra Congregación, cada año, las hermanas, tenemosun retiro espiritual de ocho días de duración, de carácter grupal o individual y que se puede realizar en diferentes formatos:
- con otras hermanas de nuestra congregación, en uno de nuestros conventos y con nuestro padre espiritual quien ofrece algunas charlas,
- con varias personas (personas consagradas de otras órdenes, laicos y sacerdotes), en un centro de espiritualidad, o
- individual con la guía del director espiritual.
No obstante, en nuestra Orden disponemos de tantas variedades de retiros como las posibilidades que ofrecen las costumbres de vivir en 14 países distintos del mundo.
La experiencia de la hermana Juana
<<Llevo 37 años en la Congregación, esto significan, más o menos, 37 semanas de retiro (uno por año). He realizado todo tipo de retiros: individuales, en grupos, en varios lugares, con diferentes directores espirituales, y en diversos países del mundo. Este año participé en el retiro del Centro Espiritual del Desierto de las Palmas, en Benicàssim. Éramos -entre los sacerdotes, las consagradas de varias congregaciones y los laicosvenidos de España- unas 26 personas, una mezcla interesante.
Fui alCentro de Espiritualidad con mucha ilusión pues, quería entrar en el silencio del lugar y en el silencio de mi corazón. Esperaba poder descansar con Jesús escuchando sus palabras. Quería entrar en el retiro con mi corazón abierto, para que el Señor pudiera actuar en su modo, y pudiera sorprenderme.
Por varios motivos (que Dios sabe…), durante los primeros tres días experimenté momentos muy duros. Quería hablar con Dios sobre lo que pasaba en mi corazón, pero en la oración me sentía muy sola, como si Dios no estuviera conmigo, no me escuchaba, no respondía. Elcuarto día, casi estaba ya lista para volver a casa, le escribí un mensaje a mi director espiritual. Su respuesta era corta y muy clara: <<¡No te rindas! Allí encontrarás tu felicidad. Rezo por ti>>.
En el jardín del Centro Espiritual hay una estatua deSanta Teresa de Ávila con sus palabras escritas: <<¡SOLO DIOS BASTA!>>. Estas palabras, las leía muchas veces y siempre megustaban mucho. Pero esta vez, en estos días oscuros, las palabras de Teresa me golpearon como un rayo. << ¡Claro que solo Dios basta!>> En cierto modo,en este momento,Dios ha desasido de mí las cosas y personas que normalmente me ayudan en mi camino espiritual, mi camino de la vocación. Es bueno tener estas personas, estas cosas, pero, si por un motivo u otro, todo esto desapareciera un día, ¿qué pasaría?<< ¡SOLO DIOS BASTA!>> Todo esto es bueno solo cuando me ayudan caminar hacia mi Señor, pero sin apegos, sin asimientos.
Redescubriendo esta verdad, encontré tanta felicidad en mi corazón, que (si no es por el silencio que conllevan los retiros) me pongo a cantar en voz alta. Lloré en la capilla, pero con lágrimas de alegría.Sintiendo a Jesús muy cerca de mí. Mi padre espiritual tenía razón. Encontré la felicidad que solo Dios me puede dar, nos puede dar y que no pasa ni pasará nunca.
Volví con dos palabras claves para mi vida espiritual, que quedan grabadas en mi corazón: fidelidad a Jesús y su amor, y perseverancia en mi día a día con Jesús, mi Esposo>>.