Las pequeñas virtudes del hogar: perseverancia.
III ENCUENTROS MATRIMONIALES
¿Quién no ha sentido deseos de abandonar una determinada actividad que sabemos que es beneficiosa cuando se pone difícil? …Uno de los motivos que suelen desanimarnos a cumplir con estos buenos propósitos es que se alargan en el tiempo. Es fácil hacer algo un rato, durante un período breve de tiempo, pero cuando hay que seguir con ello, entonces nos cansamos, se nos hace difícil y aburrido. La virtud a la que hay que recurrir entonces es la perseverancia. Implica cierta firmeza en la voluntad y en la razón y, por otro lado, superar el temor a la fatiga por tener que aguantar en el tiempo. ¡Cuántas obras comenzadas y qué pocas terminadas por no perseverar en ellas! O, como dicen algunos: «Empezar es de muchos, perseverar es de santos».
Del latín perseverantia, la perseverancia es la acción y efecto de perseverar. Este verbo hace referencia a mantenerse constante en un proyecto ya comenzado, una actitud o una opinión, aún cuando las circunstancias sean adversas o los objetivos no puedan ser cumplidos. Perseverar también es durar por largo tiempo.
Los grandes designios no pueden realizarse en un solo día. No es de la noche a la mañana cómo nos volvemos virtuosos y mucho menos santos. Metas como éstas requieren el trabajo ininterrumido de muchos años. No nos dejemos desalentar por la lentitud de los resultados.
Raramente se marca el progreso como una línea recta, siempre ascendente, sino como una línea torcida, con sus altos y bajos, y que va elevándose sin apenas darnos cuenta. La perseverancia sabe sobreponerse a nuestras caídas, con tal de que al instante siguiente sepamos encontrar de nuevo el valor perdido y volver a ponernos en marcha. Perseverar no consiste en no caer jamás, sino en saber levantarse siempre.
La perseverancia de la que hablamos no es una mera ayuda eficaz para perfeccionar nuestro carácter… sólo para mejorarlo. Hablamos de una virtud que conduce a la salvación, que es nuestra esperanza en la lucha diaria contra nuestras debilidades y el pecado. La perseverancia es permanecer en Jesús en contra de las fuerzas del mundo que nos rodea y de nuestra propia debilidad.
La charla grabada la pueden encontrar aquí.
Comments.
maniac
good!!!