Jornada diocesana de inicio del curso pastoral 2022/2023
El Señor nos llama a todos a trabajar en su Viña.
Las Hermanas de Nazaret deben estar donde está el Pueblo de Dios, donde está el Papa y donde está el pastor de la iglesia diocesana. Todas las Hermanas de Nazaret del mundo, cada día, rezan de manera especial por el Santo Padre y la Iglesia. Así lo quiso nuestra fundadora, inspirada por el Espíritu Santo, y este deseo está inscrito para siempre en el corazón de sus hijas espirituales.
Hoy hemos participado en la jornada de apertura del curso pastoral, presidida por nuestro Obispo, Don Casimiro López Llorente.
Nos reunimos primero en torno a la mesa eucarística para alimentarnos de la Palabra y del Cuerpo de aquel que nos envía como en su día envió a sus apóstoles: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio» (Mc 16,15). Nunca estamos solos y no actuamos solo en nuestro nombre. Somos enviados por Jesucristo, y esta es nuestra fuerza, Él es la garantía de esta misión.
Esta jornada de «envío» es una hermosa experiencia de la riqueza de la comunidad de la Iglesia: la riqueza de carismas, talentos y ministerios. Todos corremos en la misma dirección (Flp 3,13-14), todos trabajamos en la misma viña (Mt 20,1-16). Jesús quiere ver en nosotros a hermanos y hermanas que se amen y sean uno. Son dos signos poderosos que garantizan la fecundidad apostólica: el amor y la unidad. ¡Que Dios nos guíe!
