Observad cuál es la pedagogía de Dios, tanto hacia Israel como hacia cada uno de nosotros. Él sabe lo que necesitamos en cada etapa de nuestra historia de conversión y fe. Dios permite que seamos esclavos, que suframos como resultado de nuestras elecciones y decisiones. Cuando finalmente le pedimos ayuda, nos saca de los peores problemas, de la esclavitud, de la muerte a la vida y a la libertad. De nuevo es importante subrayar que Israel no llegó a la Tierra Prometida en un mes…. tuvo que caminar por el desierto 40 años durante los cuales Dios les educó, porque sabía que su pueblo aún no era capaz de vivir en libertad. Y antes de conducirlos a Canaán, les hace, por así decirlo, un retiro de un año a los pies del monte Sinaí. Uno de los puntos clave de este retiro es la Alianza, la ley de Dios, los 10 mandamientos. Para que Israel no perdiera todo lo aprendido, Dios les da los mandamientos a través de los cuales será verdadera e íntimamente libre.
Veamos también cómo reacciona Moisés y cómo reacciona Israel. Moisés había cultivado su experiencia personal con Dios, su encuentro con Él. Por eso no le teme, no teme acercarse a Él y confiar en Él. Sin embargo,Israel pese a haber experimentado también la poderosa obra de Dios en su favor, olvidó todo esto fácilmente y siguió desconfiando…. …y, en consecuencia, rompe la Alianza. Y lo mismo ocurre con nosotros. Piénsalo: ¿cultivas día a día tu relación con Él? ¿confías en Dios, buscas su intimidad, obedeces sus mandamientos …. o prefieres mantener una distancia de seguridad? ¿Eres Moisés o Israel? …Y con esta pregunta te dejo ante el Santísimo Sacramento.
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