No se trata de hablar sobre una cruz grande, una experiencia particularmente dolorosa, sino de cómo vivir con fe lo que Dios nos pone delante cada día de nuestra vida. Ariadna y Sergio nos regalaron un testimonio sobre como ellos viven esta realidad en su matrimonio.
Según su experiencia, cuando vivimos momentos difíciles en nuestro matrimonio o familia, nos puede ayudar mucho fijarnos en el sufrimiento de Jesús, como fue abandonado en la Cruz. “El abandono, el dolor, viene y no sabemos ni cómo ni cuándo, pero lo importante es reconocerlo, y es Jesús que se presenta como Abandonado, o como herido por insultos, dolores físicos, incomprensiones de los demás, agotamiento y cansancio, desesperanza, soledad…y todo eso ya lo vivió Jesús. Así, es como ponerle un vestido a Jesús, para reconocer ese dolor que se nos presenta, y amarlo, hasta el fondo, como hizo él con nosotros. Y es solo, así como uno puede darles la vuelta a esas situaciones y resucitar. Con esto no queremos decir que el dolor o la cruz desaparezcan por arte de magia, pero es Jesús el que está a nuestro lado y somos conscientes de ello. Así pues, Jesús Abandonado es la llave para resucitar, y al pasar nosotros también por estas situaciones de oscuridad, llegamos a la luz y nos confiamos a Dios, ofreciendo estas situaciones como un maravilloso regalo a Él”.
Si queréis profundizar este tema, os invitamos a leer su testimonio entero.